Archivo | marzo 2012

Mamá, mamá

– Mamá como se dice eso…

+ ¿El que?

– Si..las mujeres a las que le gusta acostarse con muchos hombres?

+ ¿Ninfómanas?

– ¡Eso! ignorantes…y en el colegio todos llamándome puta!

Condones frikis y divertidos

Todos sabemos que la rutina sexual es mala, así que ¿Por que no comprar también un preservativo divertido?

 

Condón piuleta!

 

 

Preservativos japoneses, personalmente me da un poco de grima pensar en sexo con tanto dibujito…

 

 

Para los amantes de los videojuegos

 

 

Para los que no sepan usarlo y necesiten la respuesta!

 

 

Para los más seguros

 

 

Para todos los cristianos, que ahora también podéis ver porno!

 

 

Para los amantes del metal y el sexo duro!

 

 

Para los deportistas, el sexo es el mejor deporte!

 

 

Y para todos los que aun no lo habéis hecho…pasaros al lado oscuro!

Shh, no le despiertes

Hoy es un día de estos en los que hasta dentro de casa hace frío, fuera hace un día horrible, viento, frío, lluvia…pero yo, aquí en casa, a su lado, estoy muriendo de calor.

 

No consigo ponerle atención a la película, de hecho vamos ya por más la mitad y no me he enterado absolutamente de nada, en lo único que puedo pensar es en las mil maneras posibles de quitarle la ropa. Me gustaría gritarle que le arrancaría la ropa a bocados, pero hay un pequeño problema y es que tenemos compañía.

Ella y su amigo han venido de lejos a pasar unos días y se han quedado en mi casa, así que no estamos solas.

 

Mientras ellos están más que atentos viendo la película por mi mente pasan mil imágenes y cosas que hacerle y no consigo apartar mi mirada de ella. Lástima que no se de cuenta.

Pero justo en ese momento veo que me mira de reojo y me sonríe.

–          ¿Qué, no ves la película?

–          Sí, si la estoy viendo…- Le digo sin dejar de mirarla

Entonces se gira como si fuera a seguir viendo la película, vuelve a mirarme, me da un beso rápido y sigue con la película mientras sonríe.

 

Nosotras dos estamos en una cama arropadas hasta arriba y él en otra, ausente de todo lo que pasa en la nuestra. Por debajo de las mantas empiezo a levantarle un poco la camisa y a acariciarle la barriga, subiendo y bajando poco a poco. Ella sigue viendo la película, intentando disimular pero puedo ver cómo se estremece cada vez que nota mi mano.

 

Entonces me acerco poco a poco a su cuello, le doy un beso muy suave y le susurro al oído:

–          Tranquila, está muy concentrado en la película y con las mantas no se ve nada…

Ella suelta un suspiro y algo nerviosa me coge la mano para que siga subiendo.

 

Me está siguiendo el juego y cada vez me pone más, la película va pasando y el ambiente cada vez esta más y más caliente.

 

La película ha acabado por fin, nos separamos como si nada mientras su amigo está comentando por encima la película. No me entero de nada, no se de que partes está hablando así que asiento y no digo nada, ella parece que ha conseguido enterarse de algo más porque la está comentando también.

Cuando acaban la charla ya impaciente les digo si quieren ya ir a dormir para apagar la luz. Ninguno de los dos se niega.

–          Por mí sí, estoy bastante cansado del viaje, pero si queréis podéis dejarla encendida.

–          No, no hace falta yo también estoy cansada.

–          Bueno entonces la apago ya- les digo mientras me levanto.

Antes de apagar la luz me giro y la miro, para ver si sigue con las mismas intenciones y veo como me mira mientras se muerde el labio muy sensualmente. Apago la luz y me voy hacia la cama.

 

Una vez dentro de la cama nos acomodamos sin hacer mucho ruido. Estamos tumbadas una frente la otra, hay un absoluto silencio, solo oigo su respiración, un poco acelerada. Me levanta la camisa y empieza a acariciarme la cintura muy suavemente, me da un escalofrío por todo el cuerpo. Entonces me acerco a ella y la beso, primero es un beso suave, inocente, pero poco a poco se va convirtiendo en un beso más apasionado. Mientras nos besamos sus manos recorren todo mi cuerpo. Nuestras respiraciones son aceleradas.

–          Shh, no hagas mucho ruido, nos va a oír – Le digo algo nerviosa

–          Tranquila, ya se ha dormido, no es la primera vez que duermo con él- Me susurra al oído.

Estoy algo nerviosa, pero en realidad no me preocupa demasiado. Me pongo encima de ella y empiezo a quitarle la camisa despacio mientras la beso y paseo mi lengua por su barriga hasta llegar a sus pechos. Empiezo a chuparle el pecho despacio hasta llegar a un pezón, está muy excitada, noto su respiración cada vez más fuerte y veo como se esta mordiendo el labio mientras me agarra.

Voy subiendo, dando besos y chupando hasta llegar al cuello mientras me ella me va quitando la camisa. Me apoyo en ella, hago que mi cuerpo toque el suyo, y noto como está ardiendo.

 

Besos suaves, caricias, me paseo por su barriga, por sus caderas, mientras le voy quitando el pantalón y las bragas. Se incorpora un poco y me susurra al oído

–          Ahora te toca a ti.

Me quito la poca ropa que me queda puesta y empiezo a besarle el muslo derecho, voy subiendo y ella me va abriendo sus piernas, pidiéndome que siga subiendo. Pero paso de largo y sigo hasta llegar a su cuello de nuevo. Quiero que esté más excitada que nunca, quiero que me lo pida y ver cómo no aguanta más. Entonces me pongo a su lado y la beso mientras voy acariciando sus piernas y sus ingles.

Tiene las piernas abiertas, empiezan a temblarle y me agarra la mano mientras me dice:

–          Méteme los dedos…

–          ¿Segura, tan pronto?

–          Sí, venga…no puedo más

Entonces me pongo encima suyo y le acaricio los labios poco a poco, hago cómo que voy a meterle los dedos pero antes de acabar los aparto, juego con el clítoris y rozo la entrada. Empieza a temblar y a mover las caderas entonces le meto los dedos y ya sin poder aguantar más le sale un gemido de placer. Verla así me vuelve loca, me pongo más caliente por momentos, entonces noto como ella va acercando su mano entre mis piernas y me mete los dedos. Flojeo, hace que baje el ritmo, mi respiración se acelera y hace que pierda la concentración de lo que estoy haciendo.

Jadeos, gemidos, besos, mordiscos. Ella ve que no puedo más, hace que pierda la concentración en lo que estoy haciendo así que decide acabar lo que ha empezado, me gira con fuerza y se pone ella sobre mí esta vez. No puedo más, me vuelve loca, estoy muy caliente, quiero que siga ya. Me mete los dedos a la vez que me toca el clítoris mientras me muerde el cuello, soy incapaz de asimilar tantas cosas a la vez, cada vez lo siento más y más, ella acelera y yo la agarro con fuerza, pegándome a su cuerpo y haciendo fuerza para no gritar y no despertar a su amigo. Voy a llegar, estoy a punto de llegar, no puedo más, y entonces, consigue que llegue ese tan esperado momento y no puedo evitar que salga un gemido de mi, agarro las mantas con fuerza para evitar gritar mucho, parece que no lo ha oído. La miro, sin respiración, sin fuerza, temblando aún y sintiendo el placer por todo mi cuerpo, sólo unos segundos para reponerme y acabar lo que no me ha dejado empezar.

La giro y me pongo encima suyo y mientras voy bajando por su barriga le digo:

–          Ahora te toca a ti, sólo déjame hacer.

Le beso la barriga, voy bajando hasta llegar a su clítoris, noto como se estremece cuando me acerco, lo rodeo, paso la lengua por todo su alrededor, le beso los muslos y la acaricio a la vez. Ya no voy a hacerla esperar más, entonces chupo sus labios despacio, abriéndome paso y ella me coge de los hombros, noto cómo me clava las uñas y eso me pone más aún.

Ese olor, ese sabor, me encanta, me pone mucho. Voy chupando poco a poco, de arriba abajo, dando círculos cada vez más rápido, su respiración va acompasada con el ritmo que le hago llevar.

Me araña la espalda y agarra fuerte las sábanas conteniéndose todo lo que puede, pero de su respiración salen unos inevitables gemidos, se muerde el labio para intentar callarlos, pero no puede. Está a punto de llegar, lo noto, entonces le meto los dedos y no puede evitar que le salga un fuerte gemido, espero que no de haya despertado porque ahora ya no puedo parar.

Ya casi está, intento seguir el ritmo de sus caderas, y acelero y aprieto más, oigo cómo gime, queda poco.

–          Ya casi llego…no pares…no pares ahora…

No pienso parar, llevaba toda la noche esperando eso y entonces por fin el tan esperado momento. Un gemido que no puede contener, sus uñas se clavan en mi y noto como aguanta la respiración para no seguir haciendo ruido. Entonces bajo el ritmo hasta parar prácticamente del todo, mientras aún noto cómo puede sentirlo, sigo hasta que ya no puede más. Está rendida, agotada, entonces yo también cansada subo despacio, me tumbo a su lado y le digo:

– Shh no hagas mucho ruido, que lo vas a despertar.